viernes, 25 de septiembre de 2015

El mexicano César Miguel 
Por Pedro Suárez 

Allá era el Hombre del Saco, aquí su equivalente sería La sayona, El silbón de la sabana, o La llorona; el caso es que la Unidad de España, para Juan José Millás y los jóvenes de su generación (hablo de la generación que padeció la dictadura de Francisco Franco), era más temida que el protagonista de la leyenda popular. En nombre de la Unidad de España, afirma el autor de La mujer loca y Lo que sé de los hombrecillos, entre tantos títulos, se podía matar, torturar, meter a la gente en la cárcel, negar el acceso a la universidad, y todas las atrocidades que usted pueda imaginar. 

La historia que gusta repetirse y el hombre que son todos los hombres coloca en nuestra Venezuela de hoy el concepto de patria como la mejor coartada para sacarte del juego, de cualquier juego. La patria dejó de ser un bien común para convertirse en un fetiche, en un método de persecución y en una escuelita para aprender teoría y práctica de fascismo. La patria sirve ahora para ilustrar el reverso de una lata de atún, y para medir el grado de nacionalidad en sangre de intelectuales, empresarios, humoristas o galleros. El comunicado de Conatel que le enmienda la tarea al escritor y hombre de radio César Miguel Rondón parece sacado de una página de1984, la post profética novela de George Orwell, quien solo hizo la caricatura de los regímenes totalitarios de su tiempo. Se le recrimina al periodista Rondón el ritmo de sus silencios, el factor de sus preguntas y los tiempos que se toma para hacerlas. El despropósito es del tamaño del método de un censor que gesticula por el uso del punto y coma en un novelista o por la longitud métrica de los versos de un poeta. Apela Conatel a lo que obscenamente deja pasar por alto en la nomenclatura del poder que les otorgó el papel de comisarios, y no les importa que la patria quede para meterle miedo a la gente. El caso es que el miedo puede ser pasajero, cuando no, risible, como las acciones que hoy acomete Conatel contra el “mexicano” César Miguel Rondón.

@pedrojsuarez

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