Todo a cien
A pedir a otro lado
Por Pedro Suárez
El nacido en Nazareth echó a los mercaderes del templo. Para Jesús era un
mal negocio vender donde se debía orar. De aquel tiempo a esta parte han
transcurrido dos mil años, y para encuadrar en la frase que postula que cuando
la historia se repite, primero lo hace como tragedia y después como farsa,
ahora le toca a los mendigos mudarse de los patios del templo.
La diócesis de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en Bilbao, España,
emitió un comunicado donde prohíbe pedir limosnas a las puertas de la iglesia.
El desorden que genera la mendicidad impide que los feligreses se concentren en
la oración. Si van a pedir que se vayan a las plazas públicas y a los
bulevares, que abundan. Reglas claras, pues. Como ven, hay que saber pedir. Los
alemanes, por ejemplo, detestan la manera como piden los griegos y el desorden
con el que atienden la hacienda pública. Nada mas detestable para pedirle que
el FMI, la izquierda mundial ve al organismo multilateral como un engendro
diabólico. Prefiere tocar en la puerta de los camaradas
chinos. Cuestión de gustos. Estorban los que piden, queda claro. Hay quienes,
sin embargo, afirman que en trance de estirar la mano para recibir el mendrugo
se beneficia mas el que da que el que recibe.
@pedrojsuarez