Usado y sin caja
Este iPod
es de esos que le das con el dedo
y los nombres de las canciones bailan como en el hielo.
En la caja decía Touch de 16g
con capacidad para 5 mil canciones y tantas fotos
conexión wifi y pantalla retina.
Te describo el contenido de la caja porque el iPod es viejo.
Lo compré para mi hija
pero a ella le queda pequeña la música y negoció
conmigo otro bichito
uno con el que pudiera, además, navegar, hablar y escuchar música.
En mis manos le abrí el vientre, al iPod
le confié mi ID de Apple y le vacié
tantas canciones como indicaba la caja
pero no las que decía la caja porque no ordenaba qué bajarle.
Te cuento y para contarte tengo que confesarte
la razón del tono y ruego de permiso para regalarte un iPod viejo.
Y es que no sé si te gusta Mika remedando a Freddy Mercury
o si su Grace Kelly ponga en duda la voz del inglés.
Cómo adivinar si John Mayer te llega a parecer demasiado melódico
o si Buika exacerba tu alergia.
Acaso, me pregunto, si Bobby McFerrin te parecerá lento
Sodade de Cesaria Evora, cosa de viejos
los solos de Eric Clapton y sus blues, lánguidos
el Bad to the Bone de George Thorogood, trillado
Julieta Venegas, Juan Luis Guerra, Juanes, Eliane Elías
Miles Davis y su trompeta para caminar por la playa
el Paul McCartney de Kisses on the Bottom.
Pienso que Robbie Williams te ayudará
a recortarle los dientes a las largas noches en tu celda
junto a las Toccata and Fugue in D minor de Bach
me pregunto por el poder de sanción del Madama Butterfly de La Divina Callas
Ray Barreto, Joaquín Sabina, Cerati, el Miguel Bosé de Papito
Jonny Lang, Sting, Armando Manzanero, Ennio Morricone.
Es un iPod viejo y lo que importa es que puede vencer su vejez
Dorian Gray lo envidiaría
renace y se recrea a la orden de tu momento.
Se rehace Beatriz, se hace de ti
necesita de tu universo y del cinetismo de tus sueños
Doy por cierto que no será indiferente a la necesidad de tu oreja
la misma por donde Rabelais puso a nacer a Gargantua.
Es un iPod viejo Beatriz pero no es de garaje
nunca estuvo a la venta
déjame regalartelo.
* Si Beatriz habita en el infierno, donde toda incomodidad tiene su asiento, como Cervantes dijo de una prisión, y recibe de regalo un túnel de música, ¿acaso será verdad que logra su libertad?