domingo, 11 de octubre de 2020


 Es de esos hombres que tienen la costumbre del mimetismo, se confunden con el entorno y hay que hacer un esfuerzo para descubrir lo que están haciendo. Hablo de Lionel Arteaga que, como el super espía Agente OO7, cuenta con un arsenal de armas que no hieren pero atrapan. Su arma mas letal, la cámara fotográfica. Así va por la ciudad y a ratos captura imágenes que sorprenden por evidentes, porque están y han estado, siempre. No obstante, esas imágenes, parecen contaminadas de un algo efímero que nos interrogan en sus porqué.

El mini cuento que va abajo lo escribí como respuesta a una de sus fotos. La aquí publicada.


La sombra, las hormigas


La escena del crimen estaba intacta, solo faltaba el cadáver. Las hormigas, era la hipótesis de Rodríguez, habían hecho su trabajo. Tal meticulosidad le intrigaba tanto o mas que la suerte de la víctima. Claro, para el inspector no era difícil disimular que semejante pensamiento ocupaba su mente. Detective Sandoval le dijo a su compañera en la investigación, de niño criaba colonias de hormigas y te puedo asegurar que nunca duermen, y si es de acarrear un elefante lo hacen sin protestar.


Foto 1 Alexis Mora

@moralexs


Foto 2 Lionel Arteaga

@lionel.arteaga




 La maldita guerra El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Jaime Sabines Mientras las bombas caen, si se ag...