martes, 10 de noviembre de 2020


Mastrolia en remiendos


El año 2020, que no termina, que parece un rinoceronte en la delirante huida de un calendario al que no reconoce ni en el que encuentra sentido; que arremete contra la indiferente tranquilidad de  siete mil millones de almas, que ceba su locura en la tragedia que significa el trabajo de sobrevivir al terraplén de un mundo que ahoga y exprime. Este año, casi cosa que asusta y reduce, lo agarra Santiago Mastrolia por las greñas y reduce a pequeñas anotaciones sus infatigables lecturas de cuarentena. Suma epitafios, epígrafes, fragmentos, versos, poemas, noticias, y a razón de una diaria forma un compendio que bautiza como Pandenotas. Me las hace llegar para compartirlas en la amistad que nos une desde las aulas de un liceo que una vez nos tuvo como vecinos de pupitres. Entusiasmado por la lucidez, ironía, sarcasmo, escepticismo, que encuentro en sus líneas, le ruego que me permita publicarlas para compartirlas con los pocos que regresan a mi blog. Aquí las dejo, las iré publicando en bloques hasta alcanzar la orilla que está en el punto final de esta travesía a través de los días de un año que nunca ha debido ser.

 




PANDENOTAS*

(Notas sin permiso en el año horribilis)




* A menudo sentimos un alivio al poder expresarnos a través de otro. Que ese otro haga el esfuerzo para celebrar coincidencias y asentimos. Suficiente.


En la ociosidad como orden más o menos ineludible del año horribilis que ha sido 2020, estas anotaciones a pie de página de “los días de un año”, como en las antiguas agendas corporativas de obsequio decembrino. 365 rayaduras (entre aforismos, extractos, suspiros, sentencias y reflexiones) en afán de pescadores en un mar intangible, como siempre. Como aquella bitácora de Vinicio donde anotaba lo que le sorprendía de aquella “extensa abulia que era el azul del mar”. En estos escolios recopilados y puestos en escena tras ese saboreo intangible de la sentencia que nos agrada o nos sorprende dándonos la realísima gana de incluirlas en el estoraque: una escópica anárquica, desde luego, y es sólo parte de la adrede intención, cuya única y probable axialidad esté en la manía de leer todo lo que se presente –y pueda poseer la visión- ante los ojos: libros de no más de 300 folios, y especial y minuciosamente escudriñadas las “tapas” y las portadillas de dichos libros, así como –además- reseñas en diarios y ahora la red (Hossana). Las citas atribuidas son numeradas como testimonio de ilación, acaso el único, reveladas las autorías, eso sí; sin garantía de derechos. Hay, en fin, que leer estas pandenotas con la emoción de una sola vez. Y ya, desechar. O no, alguna, depende.

  1. “Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”. En Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes Saavedra


  1. Las cosas de las que uno se siente seguro nunca son ciertas. Esa es la fatalidad de la fe y la lección del amor. (The picture of Dorian Gray. Albert Lewin, 1945)
  2. La duda, acaso la única raíz de un pensamiento libre. José Domingo Cebrián
  3. Por si lo preguntas alguna vez: así es como termina el mundo, no como un estallido sino con un suspiro. Thomas Stearns Eliot
  4. La distancia ente la utopía y la tiranía es muy pequeña. Herman Manea
  5. Se es culto para ser libre. Nada más incierto, pero verdadero. En editorial de Letras Libres 
  6. Una creencia es una generalización sobre cierta relación entre experiencias. Algo que asumimos como verdad sin que necesariamente lo sea. José Abundio
  7. A la incapacidad de algunas sociedades de reducir a mínimos la desigualdad social y económica oponemos el rechazo a la tecnología, trivializamos el esfuerzo. Mc. Afee
  8. Es que nos creímos una mentira absoluta: que existe la verdad. Alma Guillermoprieto.
  9. La felicidad es un acto silente. Un pedazo transcurriendo no continuo. Callado es, por si no se me entiende. Tirso Pérez-Leal
  10. La muerte sola nos podría apaciguar. Aquí la espero. Thomas Mac Greevy
  11. La necesidad neurótica de estar informado y opinar a todas horas favorece a la fantasía, en lugar de a la verdad. Un tsunami sustituye a otro cada tres horas, y la información cuando es tan abundante, solo es parcial. Alma Guillermoprieto
  12. Y más que ser grande o poderoso, te incitaría a la búsqueda de la sabiduría. La grandeza y el poder son efímeros y a la larga irrelevantes; la sabiduría suele no poseer límites y por ello inagotable. Por ello es ir tras su estela de luz, en su búsqueda, tarea titánica e ilimitada. Procurar siempre ser sabio en términos de ser exigentes y nobles, justos y amables, ávidos (de conocimientos) y prudentes. Heraclio
  13. Con los años uno es lo que la memoria trabajosamente aún guarda. La edad, y su arsenal de agravios, poco a poco impiden reconstruir, dejando escasa oportunidad a la minuciosidad, tan gratificante cuando crees haberla alcanzado. Las cosas se van siempre, especialmente de la memoria, y la llamada ley de vida termina siendo un tanto triste, no porque las cosas se vayan, sino por escasa, y porque esas cosas que se van sientes que las pierdes sin compensaciones para proseguir viviendo. José Tomás Salgüeiro
  14. Tengo prisa por estar. Corro tras de mí, tras de mi sitio, tras de mi hueco ¿Quién me ha reservado ese sitio? ¿Cómo se llama mi fatalidad? Giuseppe Ungaretti
  15. No somos tontos tanto por falta de inteligencia sino por exceso de sentimientos. Sebastian Haffner
  16. Receta mínima para el “avance” en el siglo XXI: Reducir el déficit y la deuda: limitar subsidios generalizados y orientarlos a necesidades apremiantes y reales; no contraer más deuda. No admitir factores que pueden causar el fracaso educativo y/o el avance del conocimiento. Simplificación de los sistemas burocráticos con énfasis en el desarrollo de la producción y fomento del empleo estable y suficientemente remunerados. Alternancia en el poder político con obligatoriedad balanciva y transparencia democrática. Sorpresas encontradas en las denostadas “recetas” del FMI
  17. Vivíamos algo diferente de lo que éramos; escribíamos algo diferente de lo que pensábamos; pensábamos algo diferente de lo que esperábamos; y lo que queda de nosotros es algo diferente de lo que pretendíamos. Gottfried Benn
  18. Ya nunca más siervos, supimos que estamos vivos y solos. Cesare Pavese
  19. Un fracaso no se improvisa. Joan Fuster
  20. ¿Qué puede esperarse si ya escasamente leemos y aún miramos en exceso? Acaso el agradecimiento a la mudez de lo que no debió decirse nunca. Mercedes Amaral
  21. El corazón hace llegar más alto, pero no sabe de cimientos. Pedro Suárez
  22. La única manera de recordar es olvidando. La paradoja que promueve Todorov
  23. El islamismo radical es una forma de nazismo con pátina religiosa, una demencia fanática. Un fundamentalismo donde los hay. Antonio Almárrega Sanz
  24. Precisamente, lo que Marx ve como meritorio del capital es su dinamismo. Antonio Escohotado
  25. La bondad a menudo se esconde en taza incierta. José Esperón
  26. El amor: enfermedad que crece si es curada. Francisco de Quevedo
  27. Para nosotros son vacaciones. Como unas vacaciones de pascua. Vinimos para matar y que nos maten. Yihadistas somalíes de la milicia Al Shabaab gritaban en swahili, burlándose de las victimas antes de abrir fuego en la Universidad de Garissa (Kenia) el jueves 3 de abril de 2015. La matanza dejó 147 muertos y 100 heridos, la mayoría profesaba la religión cristiana. Del prontuario conocido de ISIS.
  28. Antes de morir, vivir un rato, si se puede. Groucho Marx
  29. Jamás hay sombra sin luz. Todo principio un día expira. No hay verdad sin mentira. Arjona
  30. Mientras tanto a ver cuándo tocan a mi puerta de casa para notificarme que tengo que callarme. Yo como Garaudy sigo exclamando: ya no se puede callar. Yuri Valecillo
















 La maldita guerra El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Jaime Sabines Mientras las bombas caen, si se ag...